Al norte de Chile, en la región de Antofagasta, está ubicada la Caleta Constitución, una de las tantas pequeñas comunidades de pescadores que se extienden por toda la costa del país.

Las altas temperaturas y bajas precipitaciones presentan un desafío para los habitantes de toda la región, quienes se enfrentan a problemas críticos de falta de agua y energía. Allí, en medio de su árido paisaje y casi descansando en el mar, se alza un sistema fotovoltaico autónomo de 8Kw que hace funcionar una planta desalinizadora de agua de mar por ósmosis inversa, filtrando 8lts por segundo de agua para riego agrícola.

 

Hablamos con su desarrollador, Javier Quispe, quien es uno de los primeros egresados del Programa de Certificado Profesional en Energía Fotovoltaica de SEI. Javier es Ingeniero Químico y trabaja en la Universidad Católica de Chile haciendo docencia e investigación, su trabajo se enfoca principalmente en encontrar soluciones innovadoras y sustentables para resolver necesidades sociales.

 

Javier nos cuenta acerca de su experiencia con el curso:

“—Después del curso la mayor diferencia que noté es que antes tenía conocimientos básicos, pero no tenía la confianza para desarrollarlos, implementarlos, ponerlos en marcha. Ni cómo asegurar que sean siempre eficaces y eficientes. Eso no está en los libros.”

Javier decidió realizar todo el Programa de Certificado con SEI en busca de sumar competencias técnicas en el área de la energía solar fotovoltaica. Si bien él ya había estudiado el tema, las necesidades de la población en Antofagasta, la matriz energética en Chile y el énfasis del gobierno en el uso de Energías Renovables, lo motivaron a continuar desarrollándose y encontró en este programa la capacitación práctica que estaba buscando.

Con un hablar preciso y detallado, que mezcla su acento peruano natal con sesgos del chileno, Javier nos cuenta de los numerosos proyectos en los que está trabajando en los que se incluyen el desarrollo de más plantas desalinizadoras, un sistema fotovoltaicos de autoconsumo con microinversores 3,5 Kw para una empresa hidropónica y un sistema de 20kw para la Universidad en la que trabaja.

“—Voy a monitorear durante un año el sistema de la Universidad para medir cuánto se logra ahorrar efectivamente. Será información técnica y detallada de cuánto exactamente se ahorra con un sistema solar autónomo, cuánto genera y cuánto consume; el balance neto. Esto permitirá saber con mayor exactitud en cuantos años se puede recuperar la inversión inicial, ahora todo es estimativo. Esto va a servir para promover el uso de la energía solar a nivel domiciliario.”

Carro de Arrastre Fotovoltaico

Sobre el futuro de la industria fotovoltaica en Chile, nos cuenta que si bien el gobierno tiene un objetivo de que para el 2050 el 40% de la matriz energética en el país debe provenir de fuentes renovables, cree que a nivel domiciliario todavía queda un largo camino por recorrer sobre todo  porque el sistema de netbilling en su opinión es desalentador, ya que el valor al que se está comprando la energía es muy bajo. De todas formas apuesta a que siga creciendo como se lo ha hecho a nivel industrial.

“—Hay un mercado creciente a nivel domiciliario y va a empezar a jugar con fuerza el autoconsumo. Mi apuesta es que este sistema mejore en Chile para empezar a desarrollar proyectos para pequeñas para empresas. Pero para esto debo ganar horas técnicas y tener la experiencia para poder presentarme como empresa. No solo por tener credibilidad, sino porque el mensaje que te deja SEI es que, si queremos contribuir con el uso de la energía solar, debemos asegurarnos de instalar sistemas seguros y de calidad.”

 

Aprovechando el perfil docente de Javier le preguntamos qué debe tener alguien que quiera empezar a estudiar energías renovables. Sin dudarlo y rápidamente nos dijo:

 

“—Si hay alguien que quiere incursionar en las energías renovables, lo primero es que busque un centro que tenga experiencia práctica y técnica, no hay nada mejor que aprender de alguien que tiene experiencia. Y tener la pasión, sin pasión no va a funcionar. Esta industria requiere dedicación, aprendizaje y curiosidad porque las energías renovables son cambiantes, hay que estar actualizándose continuamente y para no frustrarse rápidamente.”

Javier nos dice que haber participado de los cursos de SEI le abrió el entusiasmo y las ganas de enfrentar los desafíos que tiene adelante. Nosotros que fuimos testigos de su curiosidad, sus ganas de aprender y de los conocimientos que compartó en el curso, estamos seguros que se convertirán en un motor para contagiar a muchos de que un mundo alimentado por energías renovables es posible.

Desde SEI estamos ansiosos por ver sus  proyectos convertidos en éxitos y esperamos que continúe desarrollándose y buscando formas de demostrar que las energías renovables son el futuro.

¡Gracias Javier!