Entrevistamos a Carlos Pizarro, egresado de SEI y  fundador de la empresa SunPower en Santa Marta, Colombia. Nos cuenta cómo fueron sus inicios en la energía solar, lo que ha logrado en la industria hasta ahora y como está ayudando a su comunidad con el conocimiento adquirido.

¿Tenías conocimiento de electricidad antes?

Muy poco, tenía algunas nociones nada más. Comprando unos equipos en Miami pregunté dónde había un Centro de Capacitación especializado en energía solar en Estados Unidos y me recomendaron a SEI. Ahí empecé a tomar el primer curso online FVOL101 para ir conociendo más acerca de esta tecnología. Después me inscribí en el curso práctico de sistemas fv conectados a la red FV201L . Este curso me sirvió mucho porque aprendí muchas cosas que de pronto tenía la noción pero no estaba bien seguro de cómo funcionaba. De ahí de  poco conformé mi propia empresa para venta de equipo de energía solar que se llama SunPower. Entonces empecé a traer equipos importados como ser paneles solares, controladores, baterías.

A medida que crecía la empresa, comenzó esta inquietud por las comunidades remotas que no tienen acceso a la energía de red. En mi país hay muchas escuelas rurales a las que el gobierno les regaló computadoras pero que no tienen acceso a la energía. Entonces algunos profesores caminaba hasta 2 horas para ir al pueblo más cercano para cargar las computadoras y tablets para luego poder enseñarles a los niños informática. Ante esa necesidad mi compañía con unos amigos decidimos ir a esas comunidades y dimensionar sistemas solares para esas escuelas que les permitieran tener unas luces, unos ventiladores y un switch de carga para las computadoras. Todo hecho con recursos propios.

¿Cuántas escuelas pudieron energizar con estos sistemas solares?

Pudimos hacer 3 escuelas, dado que los equipos son muy costosos y estos proyectos se hacen difíciles de costear.

¿Estas instalaciones estaban conformadas por sistemas autónomos?

Sí, dado que no llega la conexión de red a esas comunidades. Muchas veces las escuelas tienen un pequeño generador eléctrico a combustible, pero ese generador usualmente está dañado. Entonces no tienen posibilidad de tener energía.

La verdad que fue una experiencia bien bonita. Había escuelas que en toda la zona nunca habían contado con energía, y que ahora tenían iluminación, computadoras, ventiladores para refrescarse de las altas temperaturas. Incluso en una escuela en donde colocamos un sistema un poco más robusto, pudimos energizar una nevera. Entonces ahora esos niños tienen agua fresca y pueden conservar alimentos. Y no solo los niños hacen uso de ella, benefició a toda la comunidad. 

¿Hace cuánto que se realizaron estos proyectos?

Estos proyectos se hicieron hace 2 años y todavía están funcionando. Cada unos meses alguien de mi compañía va a las escuelas a controlar los sistemas y hacerles mantenimiento.

¿Crees que la educación que recibiste en SEI te ayudó para poder realizar estos proyectos y desarrollar tu empresa?

Sí, fue fundamental. Porque hay muchas cosas que son más complejas y en SEI recibí la información que necesitaba. Por ejemplo cómo dimensionar exactamente lo que una instalación necesita, porque a veces nos quedamos muy abajo o muy arriba de lo que necesitaba un proyecto.

También hemos hecho muchos proyectos de potabilización de agua en el departamento de La Guajira, en donde muchos municipios no tienen acceso al agua potable. En los meses de lluvia se forman como unos lagos a los que llaman Jagüey. Nuestra compañía lo que hizo fue tomar el agua del Jagüey y conseguir unas plantas de ósmosis inversa que energizamos con paneles solares y con inversores basados en baterías. De esa forma están funcionando 6 plantas que instalamos en el departamento, proveyendo acceso de agua potable para el consumo a toda esa zona.

¿Cuáles son los planes que tienen para el futuro?

Hemos llevado energía a otras escuelas en donde si bien tienen acceso, necesitaban ahorrar en el consumo. También hemos instalado sistemas en algunos hospitales. Ahora hemos abierto una unidad de negocio que se llama Mi Pyme Solar, para llevar energía a las tiendas de los barrios. Estas tiendas tienen entre 5 y 6 refrigeradores y congeladores, por lo que son grandes consumidores de energía. A estos negocios les llevamos sistemas interconectados a la red con microinversores, lo que le permite ir creciendo poco a poco de acuerdo a sus necesidades, sin tener que instalar todo de una vez.

¿Y cómo ves el crecimiento de la industria de energía solar en tu país y en Latinoamérica?

Bueno en Colombia como en todo el mundo hay un cierto grado de interés por el calentamiento global y porque las fuentes fósiles de abastecimiento se están agotando. Entonces la energía solar es energía abundante, todos los días sale el sol, y es gratuita, nos la brinda la naturaleza. La industria está creciendo, hay muchas personas que están adquiriendo ésta tecnología porque es de mejor calidad y más económica. Sobre todo en la parte norte de la costa colombiana, donde la energía es costosa porque viene del centro del país de las grandes plantas hidroeléctricas. En la costa manejamos centrales termoeléctricas que utilizan combustibles fósiles y muchas veces tienen muchas fallas. Sumado a que hay incentivos que da el gobierno nacional que le permiten deducir de los impuestos de rentas el 50% del valor de los equipos. Entonces se está haciendo más cómodo instalar estos equipos.

¿Qué les recomendarías a los estudiantes que se están iniciando en la industria solar?

Que se capaciten bien. En mi país existen algunas personas que están dictando cursos pero no son cursos completos y muchas veces están desactualizados. Y creo que lo más importante es el campo de práctica, porque la teoría dice muchas cosas pero cuando uno lleva la teoría a la práctica eso es una cosa totalmente diferente. Esa práctica la obtuve aquí en SEI y a todas las personas que conozco con interés en capacitarse en energía solar, les digo que lo hagan en SEI porque es donde se está dictando la mejor capacitación posible en energía solar en este momento.