Conoce la historia de Edgar, egresado de SEI

Edgar Ugalde fundó en 2013 una startup de energía solar que luego se transformó en Avolta Energy, uno de los proveedores de energía solar que está instalando los proyectos comerciales e industriales más grandes en Costa Rica, empresa en la cual actualmente es Director. Si bien la excepcional trayectoria de Edgar por la industria fotovoltaica ha revolucionado el sector en Centroamérica con su innovador modelo de financiamiento, hoy queremos contarles por qué cuando Edgar llegó a SEI, el equipo y los instructores coincidimos en que Edgar haría grandes cosas. 

El primer contacto que Edgar tuvo con Solar Energy International (SEI) fue en un evento de Solar Power International en 2012. Aquellos años eran los primeros de Edgar en la industria solar, y si bien contaba con una amplia experiencia laboral que incluía ser el Coordinador de la Comisión de Sostenibilidad y miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Industrias de Costa Rica, su incursión en el sector fotovoltaico durante esa feria no había comenzando de la mejor manera.

En busca de capacitación llegó al stand de SEI donde conoció a nuestro fundador Jhonny Weiss, quien le habló de cómo la industria fotovoltaica necesitaba de la experiencia de todas las profesiones, no solo de ingenieros, para lograr una verdadera revolución. Edgar entendió allí cuál sería su aporte a esta industria siendo él administrador y un año más tarde fundó su startup de energía solar. La startup ofrecía y siendo Avolta Energy todavía ofrece, una solución a la barrera de entrada económica para la adopción de nuevas tecnologías aplicadas a la energía, por la cual la inversión inicial es financiada en plazos de hasta 10 años, y la garantía es el propio equipo de generación solar, por lo que el sistema fotovoltaico termina pagándose a sí mismo. En palabras de Edgar “el cliente no tiene que hipotecar su casa para poder adquirirlo”

Creo que en la realidad centroamericana vivimos en economías deficitarias, no tenemos los medios para incluir incentivos económicos para la utilización de las tecnologías sostenibles, además nuestros países también se caracterizan por tener tarifas eléctricas más altas. Entonces esto presenta un obstáculo pero también una oportunidad; crear un modelo que facilite el financiamiento de proyectos FV. Esa fue mi tarea en el 2012. Dije, este va a ser mi aporte a la industria, y tal vez hoy el mayor desafío sigue siendo encontrar la forma de cerrar la brecha que impide que la energía fotovoltaica sea masiva.— nos comenta.

No es casualidad que Edgar encuentre oportunidades en las adversidades, ya que el cambio de carrera para Edgar no llegó de la mano del sueño de emprender, lejos de eso Edgar nunca se imaginó emprendiendo, pero al nacer la primera de sus dos hijas entendió que debía cambiar el rumbo: “Por primera vez entendí el discurso sobre el impacto ambiental y vi lo que le tocaba vivir en 2030, 2050, y yo dije el cambio es ya, y no he hecho lo suficiente, los años que me quedan tienen que contar. Entonces sentí esa sensación de emergencia”.

Fue allí que Edgar se volcó a buscar soluciones sostenibles y eligió a la energía solar por su factor multiplicador:

“—A diferencia de las energías renovables convencionales si yo hago un proyecto fotovoltaico en algún área del país la gente no lo va a ver, mientras que si yo hago un proyecto de generación distribuida en una casa entonces tengo un impacto en la economía del hogar, en la manera que esa familia impacta su entorno, tengo un impacto en sus vecinos que van a ver la instalación. Y si hacemos un proyecto en una empresa, tengo un impacto en los colaboradores que van a apagar el monitor cuando se vayan a almorzar, las luces cuando no las estén usando, y van a llevar esas prácticas a sus casas. Y si hacemos proyectos en las escuelas, los niños van a llevar esto a sus casas. Yo dije, si lo que estamos tratando de generar es algo revolucionario entonces realmente es la generación distribuida a lo que hay que apuntar. Un panel solar puesto en una casa o en una escuela tiene mucho más impacto en este sentido que puesto en un proyecto de 100 megas.”

Además del énfasis que pone en las personas y las empresas locales que lo rodean, Edgar ha sido parte integral de algunos de los proyectos más grandes de Costa Rica, como ser el proyecto ICU medical de 4.054 paneles que fue visitado recientemente por el Presidente de dicho país y el sistema fotovoltaico instalado en la azotea del nuevo centro de servicios del Cafe Britt.  Y, aunque sigue centrado en cada proyecto, ha liderado la expansión de Avolta Energy en Panamá y Honduras mientras busca difundir las mejores prácticas que aprendió de su experiencia en Costa Rica y su paso por SEI..

 

Cuándo le preguntamos cómo la educación de SEI había impactado en su carrera, Edgar nos dijo:

“—SEI es una marca importante, inevitablemente es parte de la esencia de lo que soy como profesional solar y parte de la esencia que he impregnado en la cultura que he desarrollado en una organización que incluso, dentro de la influencia del grupo en el que se maneja, ha ascendido a niveles superiores. El conocimiento técnico que aprendí fue invaluable, me permitió alcanzar un entendimiento de la tecnología sumamente importante que me sirvió para crear modelos financieros para qué entidades bancarias financiarán los proyectos.”

Edgar destaca que la red de contactos a la que tuvo acceso por SEI fue clave a la hora de relacionarse con proveedores y otros terceros que facilitan la promoción y comercialización de estas tecnologías: “—Cuando uno comenta que estudió en SEI, o esa persona ha tenido contacto directo con SEI, o conoce a alguien que estudió en SEI o que ha dado clases en SEI, entonces siempre ha sido un punto de referencia, un común denominador que ha facilitado el inicio de relaciones.”

De hecho Edgar nos cuenta que la asociación con Avolta Energy, que es el brazo solar del Grupo CTW, un grupo de empresas centrado en la sostenibilidad, co-fundado por algunos de los principales financieros y expertos en energía de Wall Street, comenzó con el pie derecho gracias a que reconocieron a SEI y que esto aportó un dato de confianza en cuanto a la calidad del conocimiento técnico que tenían en la startup.

Edgar ha liderado el camino para llevar análisis avanzados a la región mediante el uso de herramientas como Helioscope, así como el desarrollo de la mejor capacidad en su clase para analizar baterías. Hablando sobre la situación actual de la industria en Centroamérica, Edgar considera que se vienen tiempos muy interesantes en los próximos 24 a 36 meses dado que el almacenamiento de energía en 2 o 3 años va a alcanzar finalmente paridad con la red eléctrica y la conversación indefectiblemente circulará en torno a regular o frenar esa actividad. Y que si bien sería ideal que gobiernos y empresas distribuidoras lograran tener una conversación abierta en torno a un desarrollo paralelo, dado que el usuario fotovoltaico también se beneficia de una matriz energética robusta, encuentra esta situación un tanto utópica porque los gobiernos con intereses económicos establecidos podrían sentirse presionados.

Edgar tiene dos consejos para compartir con quienes se estén iniciando en este industria:

“—Dos cosas le diría, una que es importantísimo tener el entrenamiento adecuado y SEI indiscutiblemente es el lugar. Y la otra es, que cada proyecto que vayas a hacer, debes hacerlo pensando en tu familia, pensando que es para tu hogar y que son tus hijos los que van a estar viviendo en ese lugar. Puesto que cada persona que quiere ser parte del cambio, cada persona que quiere tener un impacto, merece ese cariño y ese respeto a la hora de llevar a cabo un proyecto.”

Edgar dice que el valor humano que encontró en SEI, y en las personas que le enseñaron con tanta pasión y cariño, lo hacen a uno creer otra vez en la vida y en la raza humana. En SEI podemos decir que renovamos esa confianza al ver que alumnos como Edgar están haciendo cosas tan maravillosas y replicando a cada paso la visión de SEI de un mundo impulsado por energías renovables. ¡Gracias Edgar por tu tiempo y por tu aporte a la industria y al planeta!